El actor uruguayo Ricardo Espalter falleció el sábado en Maldonado (140 km. al este de Montevideo) a los 82 años, como consecuencia de una insuficiencia renal, informaron fuentes del Sanatorio Mautone, donde estaba internado desde hace 20 días.
Nacido en Montevideo el 14 de abril de 1924, Espalter cautivó al público rioplatense con entrañables personajes televisivos como el Toto Paniagua, Marieta o Pinchinatti, así como numerosas actuaciones cinematográficas.
A comienzos de la década de los 60 tuvo sus primeras apariciones en televisión, donde trabajó junto a sus compatriotas Eduardo D'Angelo, Enrique Almada y Julio Frade, Andrés Redondo y Raimundo Soto, grupo que revolucionaría el humor televisivo con un estilo ingeniosísimo y completamente alejado de lo chabacano. Telecataplum, Jaujarana, Hupumorpo, Hiperhumor, Comicolor y Decalegrón fueron algunos de los programas protagonizados por este extraordinario grupo de actores uruguayos desde su debut en Canal 12 de Montevideo.
En la Argentina Espalter trabajó también en cine y en teatro junto a figuras como Luis Sandrini, Alberto Olmedo, Lolita Torres, Niní Marshall, Tita Merello, Javier Portales, Jorge Porcel y Luis Landriscina.
El uruguayo dejó su extraordinario sello cómico en más de una decena de películas, entre ellas Cómo seducir a una mujer (1967), ¡Quiero besarlo, señor! (1973), Los irrompibles (1975), La película (1975), La noche del hurto (1976), Toto Paniagua, El rey de la chatarra (1980), Los taxistas del humor (1987), El Dirigible (1994) y Maldita Cocaína (2000).
La música fue una de sus grandes pasiones. "Mi verdadera vocación es el canto —declaró en una ocasión—, siempre quise cantar ópera". Su fuerte eran los gestos en una televisión que él consideraba llena de palabras. "Mi oficio —decía— es la pantomina".
Otra de sus pasiones fue, a su modo, la política. Para las elecciones uruguayas de 1989 Espalter lanzó la campaña de PUT (Partido Unificado de Trabajadores), con un tal Pinchinatti como candidato a presidente. Un mago lo aconsejaba en cuestiones económicas y proponía cosas tales como la privatización de las cámaras del Parlamento. "Llenábamos las plazas —evocaba Espalter—, venía gente del interior con pancartas. En los discursos, siempre metía una mía. Me las arreglaba para decir que cuando sea Presidente, esta plaza volverá a ser lo que fue. Va a estar iluminada, no habrá ladrones, la gente estará contenta. Cuando la gente está feliz no roba. Y además voy a solucionar el problema de las sirvientas que trabajan en Punta del Este y después los patrones se van sin pagarles. Y la gente se moría."
En 1981 fue distinguido por los Premios Konex por su trayectoria como actor cómico.
Nacido en Montevideo el 14 de abril de 1924, Espalter cautivó al público rioplatense con entrañables personajes televisivos como el Toto Paniagua, Marieta o Pinchinatti, así como numerosas actuaciones cinematográficas.
A comienzos de la década de los 60 tuvo sus primeras apariciones en televisión, donde trabajó junto a sus compatriotas Eduardo D'Angelo, Enrique Almada y Julio Frade, Andrés Redondo y Raimundo Soto, grupo que revolucionaría el humor televisivo con un estilo ingeniosísimo y completamente alejado de lo chabacano. Telecataplum, Jaujarana, Hupumorpo, Hiperhumor, Comicolor y Decalegrón fueron algunos de los programas protagonizados por este extraordinario grupo de actores uruguayos desde su debut en Canal 12 de Montevideo.
En la Argentina Espalter trabajó también en cine y en teatro junto a figuras como Luis Sandrini, Alberto Olmedo, Lolita Torres, Niní Marshall, Tita Merello, Javier Portales, Jorge Porcel y Luis Landriscina.
El uruguayo dejó su extraordinario sello cómico en más de una decena de películas, entre ellas Cómo seducir a una mujer (1967), ¡Quiero besarlo, señor! (1973), Los irrompibles (1975), La película (1975), La noche del hurto (1976), Toto Paniagua, El rey de la chatarra (1980), Los taxistas del humor (1987), El Dirigible (1994) y Maldita Cocaína (2000).
La música fue una de sus grandes pasiones. "Mi verdadera vocación es el canto —declaró en una ocasión—, siempre quise cantar ópera". Su fuerte eran los gestos en una televisión que él consideraba llena de palabras. "Mi oficio —decía— es la pantomina".
Otra de sus pasiones fue, a su modo, la política. Para las elecciones uruguayas de 1989 Espalter lanzó la campaña de PUT (Partido Unificado de Trabajadores), con un tal Pinchinatti como candidato a presidente. Un mago lo aconsejaba en cuestiones económicas y proponía cosas tales como la privatización de las cámaras del Parlamento. "Llenábamos las plazas —evocaba Espalter—, venía gente del interior con pancartas. En los discursos, siempre metía una mía. Me las arreglaba para decir que cuando sea Presidente, esta plaza volverá a ser lo que fue. Va a estar iluminada, no habrá ladrones, la gente estará contenta. Cuando la gente está feliz no roba. Y además voy a solucionar el problema de las sirvientas que trabajan en Punta del Este y después los patrones se van sin pagarles. Y la gente se moría."
En 1981 fue distinguido por los Premios Konex por su trayectoria como actor cómico.
En este video de La Almeja TV, un recordado sketch de Hiperhumor en el que Ricardo Espalter interpretaba a un farmacéutico.
Fuente: Clarín
